El milagro de "Toshe", es decir, "anarquía", ocurrió alrededor del año 1860 como veinte años tras la famosa falsa acusación de utilizar sangre de gentiles para el amasado de la masá más conocido como "Badre Tuma".
El pacto entre los druzos y los musulmanes contra los cristianos
Aquellos días se caracterizaron por los duros choques entre los druzos y los cristianos en los montes del Líbano, cuando con la caída de los cristianos en manos de los druzos, los cuales aniquilaron cruelmente a sus enemigos de a centenas y milenas, siguieron los druzos y quisieron agredir aún a los cristianos damasquinos. Para llevar a cabo su plan pactaron con los musulmanes damasquinos, que por su parte se apresuraron en juntarse con los druzos para así mantener la guerra contra el enemigo en conjunto, los católicos.
Este pacto no era lo más lógico, ya que la relación entre los druzos y los musulmanes no era la mejor, sino que el odio de los musulmanes hacia los cristianos era tan grande que se sobrepuso a las malas relaciones que existía entre ellos y los druzos, lo que se debía a la importancia que habían tomado los católicos y la suma de riqueza, lo que provocó que la religión católica supere en importancia a la musulmana.
Con la caída de los cristianos en el Líbano y su derrocamiento, encontraron los musulmanes lugar para incitarlos , agredirlos y humillarlos feroz y públicamente. La cima de la humillación llegó cuando los musulmanes comenzaron a despreciar el símbolo de la religión católica, así fue que, la noche del 19 de Tamuz, prepararon los musulmanes figuras como los ídolos cristianos, arrojándolas pública y despreciadamente en las calles de la ciudad. Más todavía, todo hombre el cual se lo veía disconforme, se lo obligaba a pisotear al ídolo cristiano.
El encarcelamiento de los musulmanes y el desate de los pogroms
Aquí ya no pudo el ministro del ejército ignorar la situación, por lo que ordenó de arrestar a unos cuantos de los disturbiantes musulmanes, donde como castigo fueron forzados a barrer y limpiar las iglesias en el cuarto cristiano. No obstante, no comprendió aquél que en vez de apaciguar los ánimos, tan solo encendió la llama aún más, pues tras ello y en apenas un breve lapso se reunieron como ochenta mil personas, musulmanes y druzos, todos armados con espadas y demás armas, donde golpearon a los soldados sin piedad. Sedientos de sangre, irrumpieron miles de saqueadores al cuarto cristiano, y a través de llamados "muerte a los no creyentes", comenzaron a incendiar todo el cuarto, sus casas y sus iglesias, cuando el patriminio fue saqueado, y las mujeres de los cristianos y sus hijas cayeron como presas de agresión y ultraje. Al finalizar el día, fueron contados como diez mil víctimas en los cristianos en muertes trágicas, incluyendo mayores y menores.
"Ven conmigo, ven a tu cuarto"
Los judíos damasquinos, que residían en 'Harat elyahud' cercana al cuarto cristiano, corrían un gran peligro, pues eran grandes y obvias las probabilidades, que los saqueadores o distingan entre pueblo y pueblo, y hagan ingresar también a los judíos en el círculo de sangre. Los judíos se encerraron en sus hogares, cuando sobre sus puertas pendieron el arbá canfot con los sisiyot, tal como lo ordenaron los hajamim de la comunidad. Y así fue, que como por gran y claro milagro, saltearon los homicidas sobre los hogares judíos sin provocarles ningún daño.
En nombre de los ancianos de Damasco se cuenta, sobre una consulta divina a través de un sueño respecto a estos episodios, por lo que la respuesta fue el siguiente pasuk (Yesha'ya 26): "Ven conmigo ven a tus habitaciones y cierra la puerta tras ti, aguarda un momento hasta que pase la ira". Hay quienes adjudicaron la pregunta con su respuesta a Ribbi Ya'akob 'Antebi z"l, quien escribió la pregunta en la época de la falsa acusación, veinte años antes. De acuerdo a esta versión, la respuesta fue una señal a la aflicción que les llegaría a los católicos, como castigo por tal falsa acusación.
No obstante aunque haya un indicio para tal versión según la cual el asesinato que les ocurrió a los cristianos fue como castigo por la falsa acusación, de todos modos la adjudicación de la pregunta y la respuesta a R' Ya'akob 'Antebi z"l veinte años antes no está demasiado basada, y más lógico sería decir que la pregunta fue realizada por uno de los hajamim de la época, y ellos mismos recibieron la respuesta, donde saldría que la respuesta fue que a los judíos no les ocurriría absolutamente ningún daño de los pogroms por parte de los saqueadores, y junto a ella la orden de permanecer en los hogares hasta que se calme la situación.
Día de fiesta y alegría
Tal como se mencionó, como por agradecimiento por las dimensiones del milagro, se fijó el día 19 de Tamuz en el cual comenzaron los saqueos, como un día de alegría para todas las generaciones, en el cual no se dice tahanún en las tefilot tal como en Yom tob, como tampoco en minhá el día anterior. Esta costumbre es conservada hasta hoy en día en las comunidades de Damasco en todo lugar donde habitan.
Una poesía especial compusieron los poetas de la ciudad en recuerdo al milagro de Toshe, el cual comienza con las palabras "cántenle a Dios cantos por la redención de los judíos etc., en el año 1860 de la creación nos realizó maravillas", y se mantiene vigente aún en la memoria de los ancianos de la comunidad.
El castigo a los escandalistas
Con el cese de los saqueos, comenzaron los sobrevivientes cristianos de egresar de sus escondites, hambrientos y desamparados. La voz de sus clamores llegó hasta el palacio real otomano, hasta que el vazir (ministro) Fuad con su ministro de ejército llegaron a Damasco al cargo de un ejército que contaba con ocho mil soldados, para castigar a quienes realizaron los pogroms. En el día 2 de Ab llegaron a Beirut y desde allí siguieron hasta Damasco. Con su llegada a Damasco ordenó el vazir al necio general del ejército como responsable principal de los escándalos, enviándolo al calabozo en la ciudad de Costantinopla. También los escandalistas recibieron su merecido, al haber sido condenados a muerte quinientos soldados o a balazos o siendo colgados y otros ochocientos feuron forzados a trabajos duros perpetuamente. Los árabes también fueron penados a abonar todos los perjuicios e indemnizar a los cristianos por la destrucción y el incendio de sus hogares.
El arresto de los judíos
A causa de un delato, fueron arrestados algunos judíos, entre ellos R' Ya'akob z"l, hijo del Gran Rabino damasquino quien en esos años era el Rishon leSion en Eres Israel, R' Hayim Nissim Abul'afya z"l. Los yehudim fueron mantenidos un largo tiempo apartados, y tan solo el famoso Señor Shema'yá Anggel tuvo el mérito de visitarlos día a día gracias a sus amplias relaciones. En síntesis, logró aquél de liberarlos. Uno de los prisioneros, Mordejay Hakim de nombre, fue mantenido arrestado y aún condenado a pena de muerte, siendo aún él tras enormes esfuerzos ser liberado.
Al ser liberados, enviaron los presos una misiva a quien haya sido uno de los encargados de su liberación, el presidente de la comisión en París, el ministro Sr. Abraham haCohén. Y así citaba la carta:
Con la ayuda de Dios, hoy día 17 del mes de Heshván año (cuyo valor numérico es el equivalente a las palabras) yasisu veyismehú.
La corona de Israel, nuestro orgullo, nuestra belleza y nuestra Gloria, Salvador y grande para la casa de Israel, él es el principal, el gobernador de las tribus de Israel, el famoso rabino, el filántropo, el ministro, el presidente de la comisión en la magnífica ciudad de París, Sr. Abraham haCohén que su vela alumbre hasta la llegada del mashíah para Israel.
Al comienzo de esta misiva nosotros nos prosternamos y nos arrodillamos ante su gloria y su magnificencia y rezamos ante nuestro Dios que habita en los cielos, que enaltezca y alce su honor al estar Dios consigo, y le brinde simpatía y gracia ante los reyes poderosos, y ante los ministro siempre por todos los días, amén que así sea la voluntad.
La carta que ya le escribimos a nuestro señor con fecha del 7 de Tishré este año, con puño y letra de quien firmó primero, y luego le escribieron a nuestro señor algunos ciudadanos otras misivas, pues el anteriormente mencionado estuvo arrestado en el calabozo, y gracias al justo y pulcro como lo es nuestro señor nos llegó la salvación a nostros quienes firmamos al final quienes caímos en las redes de las falsas acusaciones de los perversos cristianos, y al llegar las misivas de nuestro señor a todos los cónsules y en especial al cónsul francés, se apiadaron los señores y se sobrepuso la cualidad de la piedad y llegó la salvación de Israel y se conoció la inocencia del sagrado pueblo a través de su carta, que Dios extienda tus días y tus años y que siempre estés al lado de la comunidad de Israel para gloria y honor, amén.
Y no le es ignorado a nuestro señor ningún detalle de lo que vivimos, que por nuestra indigencia fuimos agredidos y pagamos al estar cautivados, hay quienes cincuenta y hay quienes setenta días en prisión, sin poder ver a ninguna persona a no ser el valioso filántropo el completo hajam, ministro Sr. Shema'yá Anggel quien se vistió las ropas del celo de Dios y día tras día venía a visitarnos a la cárcel,alentándonos y fortaleciendo nuestros corazones, aportando ayuda monetaria a los encarecidos para poder al menos alimentarse, que Dios alargue su vida y sus días con lo bueno y lo agradable, y de su mano y tu mano salimos de la oscuridad a la gran luz, y se limpió el pueblo de Israel gracias a sus cartas y en especial la carta del cónsul francés, pues todos los honorables cristianos quienes acusan a Israel lo rodean, y al ver que el cónsul se convenció y no deseó más la aniquilación del pueblo de Israel para complacerte, también ellos se retractaron de su perverso camino y callaron al abstenerse de acusar.
Y nostros pedimos de Usted que nos vigile con su piadosa vista y le escriba al cónsul francés que de vez en cuando se interese por la calidad de vida del pueblo judío. Quien firma en primer lugar sobre esta misiva es de los honorables ciudadanos y de su orgullo, no de sus pudientes, es el hijo de aquél sadik rab Yerushaláyim, valga la insinuación. Y con esto es suficiente pues nuestro señor es temeroso de Dios. Y por ello, que el trono de su magnificencia, que sea enaltecido y alzado muy alto por sobre todas las bellezas mundanas tal como lo es su gran deseo repleto de sabiduría y conocimiento y el de los indigentes quien suplican por la vida del rey, y son:
El joven Ya'akob Abul'afya, Yishak Nawi, Eliahu Jemsani, Ariel Ashkenazi, Hayim Malki (Moljo), Yosef Bakran (Bekere), Yishak 'Antebi, Yosef Balul (Blilos), Yosef Levy Boshi, Eliahu Levy Boshi, Yosef Ma'arabi, Ya'akob Suerte.
La falsa acusación de los cristianos
Resultó que al tan solo egresar los cristianos de sus escondites, volvieron a ejercer su 'profesión' en sus manos, y acusar falsamente a los judíos. De una misiva que fue enviada a Damasco al Barón Rotshild aprendemos, que al darse cuenta los cristianos que no les ocurrió absolutamente nada a los judíos, comenzaron a sorprenderse por qué los musulmanes no dañaron a los judíos también, por lo que llegaron a la conclusión de que los judíos trabaron en conjunto con los musulmanes. Inmediatamente enviaron los judíos una carta al Barón Rotshild en la cual le suplican que se preocupe de su paz y su seguridad. Éste es el texto de aquella carta escrita por los grandes hajamim, en primer lugar R' Hayim Romano z"l y los dirigentes del lugar:
Damasco, 18 de Elul. Agosto. Año 1860.
El orgullo de Israel, la corona de nuestras cabezas, nuestra belleza nuestra magnificencia, quien se presenta en nuestra defense, su nombre es famoso en toda la tierra, la alegría de nuestra magnificencia, el filántropo, sabio, el gran ministro R' Sr. Ya'akob Barón de Rotshild, al llegar su gran majestuosidad se enaltezca y se alce hasta el día de la llegada del mashíah a Israel que así sea la voluntad.
Tras el saludo correspondiente, nosotros de la comunidad sagrada de Damasco continuamente suplicamos por su éxito y que Dios lo apoye y le enaltezca su suerte, y otorgue su gracia ante los ojos de los reyes y los ministros, y que en sus días sea redimido Israel aposando tranquilamente, amén que así sea la voluntad.
Estas letras nuestras son las que hablan para hacer saber en su aposento sagrado, pues seguramente ya es de su conocimiento de lo que hicieron los pueblos con los gentiles que habitan en Damasco desde hace 40 días y saquearon y asesinaron e incineraron sus hogares, actos espeluzantes que no se hicieron ni se escucharon desde entonces. Y de la mano de Dios fue, que de todos los saqueos grandes y pequeños no le ocurrió nada ni los tocaron a ninguna de nuestro pueblo, no en sus físicos, no en sus hogares, ni en su patrimonio, y nos ocurrió un gran y poderoso milagro casi más grande que los milagros al egresar de Egipto, y agradecimientos brindamos al Dios Todopoderoso que no abandonó su favor y su verdad de su pueblo y el ganado de su rebaño.
Y tras el ces de los saqueos, y al llegar los ministros y sus ayudantes de nuestro rey, quienes comenzaron a reconstruir todo lo que aniquilaron y saquearon los pueblos acorde a la ley, y egresaron los gentiles de sus escondites, vimos con nuestros ojos y oimos con nuestros oídos el profundo odio y celo de los gentiles para la comunidad israelita al sosorprenderse - por que causa los pueblos no perjuiciaron a los judíos, no los asesinaron, ni los saquearon ni les incendiaron sus hogares? Estas frases son de odio, recelo y competencia. Ellos preguntan a nuestro Dios que les inculcó a los saqueadores la piedad de no dañar al pueblo de Israel. No nos es suficiente el antiguo odio de los cristianos y en especial en nuestra ciudad de Damasco como lo es sabido, sino que ahora la novedad de un nuevo odio falto de todo fundamento. Y nosotros a Dios enviamos nuestros ojos y no a otro, quien nos salva de nuestros opresores, y siempre agradecemos y alabamos a su Bendito Nombre, no abandonó y no abandonará, y El Bendito Sea no nos hizo faltar salvador, tu eres nuestros salvador.
Por ello tras el ser sabido que no existe solución para el odio que proviene de la envidia, sospechamos nosotros por las palabras de los gentiles y por la propia envidia, tal vez, Dios no lo permita, los ministros se convenzan de sus palabras y maldiciones, y con la bendición suya nosotro no temeremos.
Y más venimos en estos renglones a suplicarle que noes envíe una carta de recomendación del gran ministro de la gran y venerable ciudad París al venerable Comandante que envía con los soldados a la periferia de Siria, que esté en nuestra ayuda y le expliquen que aún nosotros los judíos habitantes de Siria nos cobujamos bajo la sombra del Sr. Rotshild, y que aún nosotros padecimos de esta aflicción junto a los cristianos pues toda nuestra riqueza permanece junto a los pueblos, así que en conjunto haremos con ellos juicio, y quién sabe quién de ellos saldrá inocente del juicio y los encarecidos de la ciudad y los obreros permanecen desocupados sin poseer de alimento básico. Dios con su gran piedad y su enorme misericordia dará fin a nuestras aflicciones amén que así sea la voluntad. Y si es apto frente a sus ojos nos enviará la carta de recomendación y para los generales y los cónsules del poderoso reinado francés y con su ayuda y la protección de nuestro señor que Dios le brinde larga vida, la paz estará con nosotros.
En fin, la respuesta de su señoría y su salvación con la ayuda de Dios nosotros aguardamos.
Éstas son las palabras de los hajamim, rabanim, dirigentes y filántropos de la ciudad de Damasco quienes firman y bendicen a su grandeza como es el sagrado deseo de su alma quien rebalsa de sabiduría, conocimiento y comprensión.
Entre quienes firman:
R' Hayim Romano
R' Aharón Ya'akob Binyamín
R' Ya'akob Peres
Los filántropos:
Sr. David Farhi
Sr. Rafael Haleví
La dura posición económica y la ayuda de los pudientes del lugar
En el transcurso de unos cuantos meses fue la situación económica decayendo: el comercio estuvo en recesión, la inflación se incrementó y aún los alimentos básicos no habían al alcance de la mano. El gobierno por su parte no tan solo que no disculpó los impuestos fijos, sino que exigió sumar impuestos nuevos que no se acostumbraban, como ser impuesto al inmueble, y aún exigió abonarlo retroactivamente por seis meses. Por supuesto que no llegó tal importe por parte de las familias, y así fueron obligados son fuertes impuestos aún las familias de clase baja, viudas y demás indigentes. Para colmo, exigieron indemnización por los daños provocados a los gentiles provocados por los musulmanes.
Sean recordados para bien los pudientes del lugar, en primera orden el ministro Sr. Shema'yá Anggel z"l, quien en ese momento dadivaron de sus patrimonios siderales sumas de dinero para sus hermanos quienes no hicieron pie en abonar semejantes importes, y para mantener a los talmidé hajamim quienes estudian la Torá de Dios, al abastecerles todas sus necesidades y alimentos.